Ya estamos en tierras polacas, y durmiendo en las casas de acogida en las parroquias, la verdad es que se nota la diferencia con estar tirado en un pabellón.
Lo primero en la mañana fue celebrar la Santa Misa en la Catedral Imperial de Frankfurt, donde eran coronados los reyes alemanes.
Tras la eucaristía cogimos los alimentos para todo el día y sin pausa iniciamos nuestro camino a Polonia.
Otra vez nuestra vida en la carretera, como los malotes de las películas, solo que a diferencia de ellos, en la carretera no vivimos muchas emociones sino que nos pasamos la mayor parte del tiempo durmiendo.
Esta vez no fueron los atascos sino unos permisos de circulación o algo parecido que piden los polacos, la verdad no nos enteramos mucho de lo que era, porque cada vez que parábamos nos dedicábamos a pasar el rato lo mejor posible.
Por la noche, cerca de las doce, empezamos a llegar a las parroquias y por tanto a las familias que nos iban a acoger. El trato ha sido excelente, alguno comentaban que 'era como volver a casa después de un campamento'.
La verdad es que no nos entienden mucho, pero da igual, son muy amables ya atentos. Esta noche va a ser distinta. Ya estamos en Polonia, ya queda menos.
Para ver más fotos en este enlace.
Si alguno tenéis fotos y las quiereis compartir enviarlas al correo: madridcracovia@gmail.com
Esperamos vuestros comentarios.
Bueno, ya en casas, imagino que la cosa cambia y podréis descansar más. Espero que lo sigais pasando tan bien como hasta ahora. Un abrazo a todos.
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