He participado en la JMJ desde el año 2000 como parte de un grupo, pero la participación en la JMJ de Río fue una experiencia excepcional en mi vida, y totalmente diferente a las anteriores.

Yo tenía la intención de ir, pero la situación en el país era difícil - viajar desde Siria era imposible. Cualquier vuelo tenía que despegar desde Beirut (Líbano). Mis amigos se encontraban muy lejos de mí, porque me he mudado muchas veces, y mi parroquia se negó a participar... Así que fui sola.

Asistí a la semana misionera en Sao Paulo. Como yo estaba sola y sin ninguna bandera, la parroquia pidió una señora feligresa brasileña para coser la bandera de Siria, para ser reconocida como peregrina de Siria entre el gran número de jóvenes de todo el mundo.

En Sao Paulo y Río de Janeiro fui recibida por las parroquias y sus familias de acogida con mucha simpatía y hospitalidad. Presenté a las familias y a otras personas algunos folletos sobre Siria. Les mostré la colocación de las ruinas, lugares de interés histórico en el mapa. Les hablé de mi ciudad "Damasco", la capital habitante más antigua del mundo. Estaban muy interesados en ver las fotos  de  lugares,  patrimonio  histórico,  la  civilización  y  los  sitios  arqueológicos  de  Siria...

¡Siempre me había sentido feliz al poder de hacer esto en las JMJ anteriores, pero esa vez no! Fue muy doloroso para mí dar estas explicaciones cuando algunos de estos sitios están en mal estado, dañados o destruidos.

Durante las sesiones de catecismo en Río (catequesis), conocí a grupos de países árabes, y allí me di cuenta de que yo era la única de Siria. Conocí a jóvenes de diferentes países durante el Via Crucis, la vigilia y la misa final. Pasé dos semanas increíbles llenas de oraciones, visitas y eventos. Conocí peregrinos e hice muchos amigos. Asistí a toda la peregrinación y visité muchos lugares.

Alguna vez pregunté a algún grupo si podía unirme a ellos, y algunas señoras brasileñas me propusieron que me iban a acompañar un día, así no iba yo sola.... Obispos, sacerdotes y jóvenes, todos me hicieron la misma pregunta: “¿ómo llegaste desde Siria sin nadie más?”

Terminé la peregrinación de un modo especial: como si hubiera estado muy metida en un grupo. Conocí cada día nuevos amigos de diferentes países que expresaron su simpatía hacia mí y su tristeza por lo que está sucediendo en Siria.

Cuando regresé de Brasil, Siria se encontraba en una situación muy crítica, con el riesgo de un posible ataque militar extranjero. El 28 de agosto de 2013, escribí a todas las personas con las que me había encontrado en Brasil durante la JMJ, así como a las que me había conocido durante las JMJ anteriores, para rezar y encender una vela por la paz en Siria y su pueblo. Unidos al Papa Francisco, el 7 de septiembre, rezamos por la Paz en Siria... Gracias a Dios se evitó el conflicto.

La guerra aún no ha terminado en Siria, pero mis amigos me dicen siempre que todavía se unen a nosotros en oración por la paz...

JMJ es una ocasión para conocer gente, para compartir la cultura y orar unos por otros.

Traducido por Ángel García Asenjo 



Nosotros te ayudamos a preparar el viaje

Desde la Delegación de Infancia y Juventud de la Archidiócesis de Madrid, estamos preparando la campaña “Te ayudamos a ahorrar”. Esta campaña consiste en poner a disposición de todos vosotros una serie de productos para que se puedan vender en las parroquias de tal forma que podáis apoyar en la financiación para los viajes de los jóvenes de vuestras parroquias a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará el próximo verano en Cracovia.

Es tiempo de ponerse en marcha…
Sabemos que en muchas parroquias ya se están organizando diversas iniciativas en este aspecto, y por ello la Deleju, quiere apoyaros con esta campaña.

Nuestra campaña
 Se realizará en dos etapas:

  1. Difunde su Mensaje y ayuda a los jóvenes. En esta etapa la Deleju os ofrece unas pulseras de tela con mensaje cristiano y unas tarjetas con diversos mensajes: de Adviento, Navidad, con el lema de la JMJ, y varios pasajes de la Sagrada Escritura. Esta campaña se ha iniciado con el Adviento y está puesta a vuestra disponibilidad. En la página podéis descargar el pdf con los productos disponibles junto con sus precios de producción.
  2. Muestra tu fe y ayuda a los jóvenes: En esta etapa os ofreceremos una serie de productos de merchandising como camisetas, tazas, bolsas de tela, paraguas, rosarios pulsera y mochilas, personalizados con mensajes evangelizadores. El lanzamiento de esta campaña será para mediados de enero. Os mandaremos otro correo en el que os mostraremos los productos con el diseño incluido y sus costes de producción.

No te lo pierdas

Os animamos a sumaros a esta primera fase de la campaña, que a precios muy económicos y sacando una gran rentabilidad a cada producto, podéis aprovechar este periodo de Adviento para ofrecer la palabra del Señor como camino de esperanza y que además ayude a los jóvenes a poder financiarse la peregrinación a Polonia.

Esperamos vuestra respuesta, para que podáis empezar cuanto antes…


Consulta el catálogo en este enlace



MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
 PARA LA XXXI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD  2016

«Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7)



Queridos jóvenes:

Hemos llegado ya a la última etapa de nuestra peregrinación a Cracovia, donde el próximo año, en el mes de julio, celebraremos juntos la XXXI Jornada Mundial de la Juventud. En nuestro largo y arduo camino nos guían las palabras de Jesús recogidas en el “sermón de la montaña”. Hemos iniciado este recorrido en 2014, meditando juntos sobre la primera de las Bienaventuranzas: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3). Para el año 2015 el tema fue «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). En el año que tenemos por delante nos queremos dejar inspirar por las palabras: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7).

1. El Jubileo de la Misericordia

Con este tema la JMJ de Cracovia 2016 se inserta en el Año Santo de la Misericordia, convirtiéndose en un verdadero Jubileo de los Jóvenes a nivel mundial. No es la primera vez que un encuentro internacional de los jóvenes coincide con un Año jubilar. De hecho, fue durante el Año Santo de la Redención (1983/1984) que San Juan Pablo II convocó por primera vez a los jóvenes de todo el mundo para el Domingo de Ramos. Después fue durante el Gran Jubileo del Año 2000 en que más de dos millones de jóvenes de unos 165 países se reunieron en Roma para la XV Jornada Mundial de la Juventud. Como sucedió en estos dos casos precedentes, estoy seguro de que el Jubileo de los Jóvenes en Cracovia será uno de los momentos fuertes de este Año Santo.

Quizás alguno de ustedes se preguntará: ¿Qué es este Año jubilar que se celebra en la Iglesia? El texto bíblico del Levítico 25 nos ayuda a comprender lo que significa un “jubileo” para el pueblo de Israel: Cada cincuenta años los hebreos oían el son de la trompeta (jobel) que les convocaba (jobil) para celebrar un año santo, como tiempo de reconciliación (jobal) para todos. En este tiempo se debía recuperar una buena relación con Dios, con el prójimo y con lo creado, basada en la gratuidad. Por ello se promovía, entre otras cosas, la condonación de las deudas, una ayuda particular para quien se empobreció, la mejora de las relaciones entre las personas y la liberación de los esclavos.

Jesucristo vino para anunciar y llevar a cabo el tiempo perenne de la gracia del Señor, llevando a los pobres la buena noticia, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos y la libertad a los oprimidos (cfr. Lc 4,18-19). En Él, especialmente en su Misterio Pascual, se cumple plenamente el sentido más profundo del jubileo. Cuando la Iglesia convoca un jubileo en el nombre de Cristo, estamos todos invitados a vivir un extraordinario tiempo de gracia. La Iglesia misma está llamada a ofrecer abundantemente signos de la presencia y cercanía de Dios, a despertar en los corazones la capacidad de fijarse en lo esencial. En particular, este Año Santo de la Misericordia «es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre» (Homilía en las Primeras Vísperas del Domingo de la Divina Misericordia, 11 de abril de 2015).

2. Misericordiosos como el Padre

El lema de este Jubileo extraordinario es: «Misericordiosos como el Padre» (cfr. Misericordiae Vultus, 13), y con ello se entona el tema de la próxima JMJ. Intentemos por ello comprender mejor lo que significa la misericordia divina.

El Antiguo Testamento, para hablar de la misericordia, usa varios términos; los más significativos son los de hesed y rahamim. El primero, aplicado a Dios, expresa su incansable fidelidad a la Alianza con su pueblo, que Él ama y perdona eternamente. El segundo, rahamim, se puede traducir como “entrañas”, que nos recuerda en modo particular el seno materno y nos hace comprender el amor de Dios por su pueblo, como es el de una madre por su hijo. Así nos lo presenta el profeta Isaías: «¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!» (Is 49,15). Un amor de este tipo implica hacer espacio al otro dentro de uno, sentir, sufrir y alegrarse con el prójimo.

En el concepto bíblico de misericordia está incluido lo concreto de un amor que es fiel, gratuito y sabe perdonar. En Oseas tenemos un hermoso ejemplo del amor de Dios, comparado con el de un padre hacia su hijo: «Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; […] ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer» (Os 11,1-4). A pesar de la actitud errada del hijo, que bien merecería un castigo, el amor del padre es fiel y perdona siempre a un hijo arrepentido. Como vemos, en la misericordia siempre está incluido el perdón; ella «no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. […] Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón» (Misericordiae Vultus, 6).

El Nuevo Testamento nos habla de la divina misericordia (eleos) como síntesis de la obra que Jesús vino a cumplir en el mundo en el nombre del Padre (cfr. Mt 9,13). La misericordia de nuestro Señor se manifiesta sobre todo cuando Él se inclina sobre la miseria humana y demuestra su compasión hacia quien necesita comprensión, curación y perdón. Todo en Jesús habla de misericordia, es más, Él mismo es la misericordia.

En el capítulo 15 del Evangelio de Lucas podemos encontrar las tres parábolas de la misericordia: la de la oveja perdida, de la moneda perdida y aquélla que conocemos como la del “hijo pródigo”. En estas tres parábolas nos impresiona la alegría de Dios, la alegría que Él siente cuando encuentra de nuevo al pecador y le perdona. ¡Sí, la alegría de Dios es perdonar! Aquí tenemos la síntesis de todo el Evangelio. «Cada uno de nosotros es esa oveja perdida, esa moneda perdida; cada uno de nosotros es ese hijo que ha derrochado la propia libertad siguiendo ídolos falsos, espejismos de felicidad, y ha perdido todo. Pero Dios no nos olvida, el Padre no nos abandona nunca. Es un padre paciente, nos espera siempre. Respeta nuestra libertad, pero permanece siempre fiel. Y cuando volvemos a Él, nos acoge como a hijos, en su casa, porque jamás deja, ni siquiera por un momento, de esperarnos, con amor. Y su corazón está en fiesta por cada hijo que regresa. Está en fiesta porque es alegría. Dios tiene esta alegría, cuando uno de nosotros pecadores va a Él y pide su perdón» (Ángelus, 15 de septiembre de 2013).

La misericordia de Dios es muy concreta y todos estamos llamados a experimentarla en primera persona. A la edad de diecisiete años, un día en que tenía que salir con mis amigos, decidí pasar primero por una iglesia. Allí me encontré con un sacerdote que me inspiró una confianza especial, de modo que sentí el deseo de abrir mi corazón en la Confesión. ¡Aquel encuentro me cambió la vida! Descubrí que cuando abrimos el corazón con humildad y transparencia, podemos contemplar de modo muy concreto la misericordia de Dios. Tuve la certeza que en la persona de aquel sacerdote Dios me estaba esperando, antes de que yo diera el primer paso para ir a la iglesia. Nosotros le buscamos, pero es Él quien siempre se nos adelanta, desde siempre nos busca y es el primero que nos encuentra. Quizás alguno de ustedes tiene un peso en el corazón y piensa: He hecho esto, he hecho aquello… ¡No teman! ¡Él les espera! Él es padre: ¡siempre nos espera! ¡Qué hermoso es encontrar en el sacramento de la Reconciliación el abrazo misericordioso del Padre, descubrir el confesionario como lugar de la Misericordia, dejarse tocar por este amor misericordioso del Señor que siempre nos perdona!

Y tú, querido joven, querida joven, ¿has sentido alguna vez en ti esta mirada de amor infinito que, más allá de todos tus pecados, limitaciones y fracasos, continúa fiándose de ti y mirando tu existencia con esperanza? ¿Eres consciente del valor que tienes ante Dios que por amor te ha dado todo? Como nos enseña San Pablo, «la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores» (Rom 5,8). ¿Pero entendemos de verdad la fuerza de estas palabras?

Sé lo mucho que ustedes aprecian la Cruz de las JMJ – regalo de San Juan Pablo II – que desde el año 1984 acompaña todos los Encuentros mundiales de ustedes. ¡Cuántos cambios, cuántas verdaderas y auténticas conversiones surgieron en la vida de tantos jóvenes al encontrarse con esta cruz desnuda! Quizás se hicieron la pregunta: ¿De dónde viene esta fuerza extraordinaria de la cruz? He aquí la respuesta: ¡La cruz es el signo más elocuente de la misericordia de Dios! Ésta nos da testimonio de que la medida del amor de Dios para con la humanidad es amar sin medida! En la cruz podemos tocar la misericordia de Dios y dejarnos tocar por su misericordia. Aquí quisiera recordar el episodio de los dos malhechores crucificados junto a Jesús. Uno de ellos es engreído, no se reconoce pecador, se ríe del Señor; el otro, en cambio, reconoce que ha fallado, se dirige al Señor y le dice: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino». Jesús le mira con misericordia infinita y le responde: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso» (cfr. Lc 23,32.39-43). ¿Con cuál de los dos nos identificamos? ¿Con el que es engreído y no reconoce sus errores? ¿O quizás con el otro que reconoce que necesita la misericordia divina y la implora de todo corazón? En el Señor, que ha dado su vida por nosotros en la cruz, encontraremos siempre el amor incondicional que reconoce nuestra vida como un bien y nos da siempre la posibilidad de volver a comenzar.

3. La extraordinaria alegría de ser instrumentos de la misericordia de Dios

La Palabra de Dios nos enseña que «la felicidad está más en dar que en recibir» (Hch 20,35). Precisamente por este motivo la quinta Bienaventuranza declara felices a los misericordiosos. Sabemos que es el Señor quien nos ha amado primero. Pero sólo seremos de verdad bienaventurados, felices, cuando entremos en la lógica divina del don, del amor gratuito, si descubrimos que Dios nos ha amado infinitamente para hacernos capaces de amar como Él, sin medida. Como dice San Juan: «Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. […] Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros» (1 Jn  4,7-11).

Después de haberles explicado a ustedes en modo muy resumido cómo ejerce el Señor su misericordia con nosotros, quisiera sugerirles cómo podemos ser concretamente instrumentos de esta misma misericordia hacia nuestro prójimo.

Me viene a la mente el ejemplo del beato Pier Giorgio Frassati. Él decía: «Jesús me visita cada mañana en la Comunión, y yo la restituyo del mísero modo que puedo, visitando a los pobres». Pier Giorgio era un joven que había entendido lo que quiere decir tener un corazón misericordioso, sensible a los más necesitados. A ellos les daba mucho más que cosas materiales; se daba a sí mismo, empleaba tiempo, palabras, capacidad de escucha. Servía siempre a los pobres con gran discreción, sin ostentación. Vivía realmente el Evangelio que dice: «Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto» (Mt 6,3-4). Piensen que un día antes de su muerte, estando gravemente enfermo, daba disposiciones de cómo ayudar a sus amigos necesitados. En su funeral, los familiares y amigos se quedaron atónitos por la presencia de tantos pobres, para ellos desconocidos, que habían sido visitados y ayudados por el joven Pier Giorgio.

A mí siempre me gusta asociar las Bienaventuranzas con el capítulo 25 de Mateo, cuando Jesús nos presenta las obras de misericordia y dice que en base a ellas seremos juzgados. Les invito por ello a descubrir de nuevo las obras de misericordia corporales: dar de comer a los hambrientos, dar de beber a los sedientos, vestir a los desnudos, acoger al extranjero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: aconsejar a los que dudan, enseñar a los ignorantes, advertir a los pecadores, consolar a los afligidos, perdonar las ofensas, soportar pacientemente a las personas molestas, rezar a Dios por los vivos y los difuntos. Como ven, la misericordia no es “buenismo”, ni un mero sentimentalismo. Aquí se demuestra la autenticidad de nuestro ser discípulos de Jesús, de nuestra credibilidad como cristianos en el mundo de hoy.

A ustedes, jóvenes, que son muy concretos, quisiera proponer que para los primeros siete meses del año 2016 elijan una obra de misericordia corporal y una espiritual para ponerla en práctica cada mes. Déjense inspirar por la oración de Santa Faustina, humilde apóstol de la Divina Misericordia de nuestro tiempo:


«Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla […]
a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos […]
a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos […]
a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras […]
a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio […]
a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo» (Diario 163).

El mensaje de la Divina Misericordia constituye un programa de vida muy concreto y exigente, pues implica las obras. Una de las obras de misericordia más evidente, pero quizás más difícil de poner en práctica, es la de perdonar a quien te ha ofendido, quien te ha hecho daño, quien consideramos un enemigo. «¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices» (Misericordiae Vultus, 9).

Me encuentro con tantos jóvenes que dicen estar cansados de este mundo tan dividido, en el que se enfrentan seguidores de facciones tan diferentes, hay tantas guerras y hay incluso quien usa la propia religión como justificación para la violencia. Tenemos que suplicar al Señor que nos dé la gracia de ser misericordiosos con quienes nos hacen daño. Como Jesús que en la cruz rezaba por aquellos que le habían crucificado: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). El único camino para vencer el mal es la misericordia. La justicia es necesaria, cómo no, pero ella sola no basta. Justicia y misericordia tienen que caminar juntas. ¡Cómo quisiera que todos nos uniéramos en oración unánime, implorando desde lo más profundo de nuestros corazones, que el Señor tenga misericordia de nosotros y del mundo entero!

4. ¡Cracovia nos espera!

Faltan pocos meses para nuestro encuentro en Polonia. Cracovia, la ciudad de San Juan Pablo II y de Santa Faustina Kowalska, nos espera con los brazos y el corazón abiertos. Creo que la Divina Providencia nos ha guiado para celebrar el Jubileo de los Jóvenes precisamente ahí, donde han vivido estos dos grandes apóstoles de la misericordia de nuestro tiempo. Juan Pablo II había intuido que este era el tiempo de la misericordia. Al inicio de su pontificado escribió la encíclica Dives in Misericordia. En el Año Santo 2000 canonizó a Sor Faustina instituyendo también la Fiesta de la Divina Misericordia en el segundo domingo de Pascua. En el año 2002 consagró personalmente en Cracovia el Santuario de Jesús Misericordioso, encomendando el mundo a la Divina Misericordia y esperando que este mensaje llegase a todos los habitantes de la tierra, llenando los corazones de esperanza: «Es preciso encender esta chispa de la gracia de Dios. Es preciso transmitir al mundo este fuego de la misericordia. En la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad» (Homilía para la Consagración del Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia, 17 de agosto de 2002).

Queridos jóvenes, Jesús misericordioso, retratado en la imagen venerada por el pueblo de Dios en el santuario de Cracovia a Él dedicado, les espera. ¡Él se fía de ustedes y cuenta con ustedes! Tiene tantas cosas importantes que decirle a cada uno y cada una de ustedes… No tengan miedo de contemplar sus ojos llenos de amor infinito hacia ustedes y déjense tocar por su mirada misericordiosa, dispuesta a perdonar cada uno de sus pecados, una mirada que es capaz de cambiar la vida de ustedes y de sanar sus almas, una mirada que sacia la profunda sed que demora en sus corazones jóvenes: sed de amor, de paz, de alegría y de auténtica felicidad. ¡Vayan a Él y no tengan miedo! Vengan para decirle desde lo más profundo de sus corazones: “¡Jesús, confío en Ti!”. Déjense tocar por su misericordia sin límites, para que ustedes a su vez se conviertan en apóstoles de la misericordia mediante las obras, las palabras y la oración, en nuestro mundo herido por el egoísmo, el odio y tanta desesperación.

Lleven la llama del amor misericordioso de Cristo – del que habló San Juan Pablo II – a los ambientes de su vida cotidiana y hasta los confines de la tierra. En esta misión, yo les acompaño con mis mejores deseos y mi oración, les encomiendo todos a la Virgen María, Madre de la Misericordia, en este último tramo del camino de preparación espiritual hacia la próxima JMJ de Cracovia, y les bendigo de todo corazón.

Desde el Vaticano, 15 de agosto de 2015

Solemnidad de la Asunción de la Virgen María


“La Iglesia celebra las Jornadas Mundiales de la Juventud como una fiesta de la fe, que se alza por encima de las fronteras de los estados, las culturas y las lenguas, ilustrando la dimensión universal del Evangelio, fomentando la unidad entre todos los hombres, especialmente entre los jóvenes, en este mundo nuestro tan atormentado y dividido” declaró el cardenal Stanislaw Dziwisz durante la rueda de prensa sobre la JMJ de Cracovia, celebrada el pasado 29 de mayo en la sede de la Conferencia Episcopal de Polonia en Varsovia.


En esta rueda de prensa se hallaban presentes, entre otros, el ministro Jacek Cichocki, los obispos Artur Mizinski y Damian Muskus, junto con los miembros del Comité de Organización de la JMJ 2016. Entre todos presentaron un esbozo de los preparativos logísticos y espirituales para este evento tan excepcional. También abordaron la cuestión de los lugares principales de la celebración, del programa de la JMJ, de las inscripciones, de la financiación. Marcin Przeciszewski (de la KAI – Agencia Católica de Información), responsable de la organización del servicio de prensa de la Conferencia Episcopal de Polonia, junto con Lidia Sobanska (de la PAP – Agencia de Prensa Polaca), responsable de la organización de los servicios de prensa para el equipo que representa al gobierno, indicaron a los periodistas los lugares donde se concentrarán los medios de comunicación : ICE-Krakow (el Centro de Congresos de Cracovia), la zona concedida a los medios de comunicación en el Campus Misericordiae, así como otros centros menores que se ubicarán en función de los lugares que visite el Papa. Según las previsiones, alrededor de 6000 periodistas de Polonia y del mundo entero concurrirán a Cracovia para la ocasión.


El eslogan para cada JMJ es una llamada personal y comunitaria, para ser reconocida, profundizada y vivida en cada vida que se hace partícipe en los encuentros de jóvenes. Desde 1984 a partir de la inspiración del Espíritu Santo y de nuestro pastor – El Papa -, cada JMJ hace una invitación clara, real para nuestros tiempos; toda una apuesta pastoral al estilo de Jesús y su evangelio.

De esta manera, la importancia de la palabra se hace tangible en la experiencia personal de cada joven, quien la recibe, la vive y la promulga, siendo conscientes de nuestra misión profética y sacerdotal que se adquiere en el bautismo, anunciar el evangelio y hacernos partícipes de la mediación entre Dios y el hombre.

El poder de la palabra es vivificante y tiene un significado profundo desde los diferentes ámbitos. La palabra tiene valor, y cuando así se asume, se adquiere un compromiso, no solo de carácter simbólico, sino también testimonial. De esta forma, las invitaciones en cada encuentro mundial a través de los mensajes que se proponen, nos pueden dar luces en el caminar cotidiano y espiritual de nuestra vida.

Así que haremos un recorrido de estos mensajes de algunas JMJ que nos permitan prepararnos para nuestro encuentro en Cracovia. Proponemos algunas pautas de reflexión a partir de la palabra que el Señor ha inspirado

Nosotros hemos conocido el amor que Dios tiene y hemos creído en Él (1Jn 4:16)
Buenos Aires, Argentina. 1987

Juan en su carta, empieza a profundizar en el Dios-Amor que es fuente de la Fe y del amor. Así como Dios nos ama primero, nosotros le amamos, un amor que proviene de nuestro creador haciéndonos capaces de amar. Juan relaciona el amor de Dios con la fe en Él, así el verdadero creyente es quien cree en el amor de Dios, nos damos cuenta que ese amor misericordioso actúa a través de nosotros, en nuestra realidad, en nuestra alegría, tristeza, esperanza, desconfianza, debilidad, fragilidad, sencillez.

¿Cuál ha sido nuestra respuesta al amor que Dios nos ha mostrado?
¿Nuestra vida es signo del amor de Dios como creyente? ¿De qué forma?

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14:6)
Santiago de Compostela. 1989

Después de lavar Jesús los pies a sus discípulos, uno de sus “discursos” de despedida es en torno a una pregunta que Tomás le dice: “Señor, nosotros no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?, a la cual Jesús contestó: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al padre sino por mí”.

En Jesús vemos al Padre, hecho hombre. Él siguió su camino, la voluntad del Padre y así nos enseñó a seguir sus pasos, para que al meditar todos sus actos fuésemos progresando hacia la verdad, reconociendo que su camino es el nuestro. Aunque el camino se torne difícil y debamos cargar con la cruz, nos abrimos paso a la verdadera construcción del reino a través del hijo, del redentor, de su vida, de su palabra. Él nos da la vida, una vida certera y en abundancia.

¿ Nuestra vida se rige por los senderos de la propuesta de Jesús y su evangelio ? o ¿ de las lógicas del mundo consumista, egocéntrico? ¿Confío en la voluntad y camino de Dios ?¿ Damos vida a otros ? ¿ Vivimos de forma verdadera el camino del Padre ?

Tal como el Padre me envió, yo os envío a vosotros (Jn 20:21)
Manila, Filipinas. 1995

El primer día de la semana, como lo relata el evangelio de Juan, Jesús se pone en medio de los discípulos, quienes se encontraban reunidos, ocultos, encerrados luego de la muerte de su maestro, les da la paz y los envía por el mundo entero. Esta acción alentada luego por la fuerza del Espíritu Santo, es una invitación y confianza de Jesús en sus discípulos. Una llamada contundente a continuar la obra que el Padre le ha encomendado y con la misma efusión con la que se ha de salvaguardar lo que Jesús realizó. Este acto no es sólo esperanzador, es también la llamada a la misión que se nos ha encargado como sus verdaderos discípulos, para continuar la obra salvífica y misericordiosa de nuestro Padre.

¿Soy ejemplo de la obra de amor de Dios? ¿Vivo humildemente con los demás lo que Jesús vivió?
¿Soy verdadero discípulo en los lugares en los que me encuentro? ¿Acepto esta llamada que Dios me hace para seguirle?

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1:14)
Roma, Italia. Jubileo año 2000

Dios se hizo hombre, humano, creatura mortal, lo que la expresión carne nos refiere es precisamente eso, lo tangible. Lo divino haciéndose hombre verdadero. Está en medio de la humanidad, sintiendo las necesidades que nosotros también tenemos, pasando por ciclos naturales de la vida, igual que nosotros. El Verbo, la Palabra, el Predilecto de Dios por quien Dios se muestra, manifiesta su gran amor y se rebaja a nuestra condición, una condición que lo rechaza y le da la espalda.

¿Somos presencia de Dios en medio de los demás? ¿Dejo que el Verbo habite y se manifieste en mí?
¿En qué situaciones de mi vida experimento la presencia de Dios?

Vosotros son la sal de la Tierra… son la luz para el mundo (Mt 5:13-14)
Toronto, Canadá. 2002

La sal no sólo da sabor, sino que también sirve para conservar los alimentos. Así se nos invita a dar sentido y mantener la alianza de Dios en medio del mundo, de nuestra familia, nuestro trabajo, con nuestros amigos, con nuestro prójimo. En ocasiones el mundo, las personas, nuestros cercanos, por sí mismos no saben por dónde ir, y es entonces donde los que se hacen discípulos están llamados a acompañar y ser fermento con los demás.

Con tus actos, tus palabras ¿En qué situaciones has dejado de ser luz?.
¿Cómo te puedes comprometer a ser sal? Con quiénes y en dónde?

Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe (cfr. Col 2,7)
Madrid, España. 2011

En una de sus cartas, Pablo invita a tener por regla a Cristo en cada momento y circunstancia de la vida. Este gran santo, es ejemplo de cambio, fe, edificación en Cristo y por supuesto valiente hasta el final permaneciendo en la fe que le mantenido con esperanza. Una invitación a desprendernos de lo puramente material, de lo meramente humano, de lo pasajero, de lo poco edificante y para ello debemos tener la convicción de que en Cristo se encuentra todo el misterio salvífico de Dios. Nos invita a permanecer en aquel camino que hemos conocido, el de Jesús y así confortados en su espíritu caminar de la mano de lo verdadero y eterno.

¿Desfallezco ante las circunstancias aparentemente sin salida?
¿Cómo alimento mi vida espiritual y la hago testimonio en mi vida? ¿Me alimento de lo material, pasajero?

Id y haced discípulos a todos los pueblos (Mt 28,19)
Rio de Janeiro, Brasil. 2013

Con la autoridad que a Jesús se le ha dado en el cielo y en la tierra, hace una llamada clara: ir por el mundo entero y dar vida a quienes están en tiniebla, a hacer viva la esperanza de la resurrección. Jesús había reunido un grupo de discípulos que convivían con él, a quienes conocía y estos a su vez también, compartiendo el diario vivir. De manera que en el hoy los jóvenes estamos llamados a compartir con los demás, a acercarse con el necesitado, a profundizar con las personas el sentido de la verdadera vida.

¿Mi testimonio es coherente con lo que creo?
¿Comparto con quienes se sientes excluidos, solitarios, marginados? ¿Soy discípulo en mis realidades diarias? ¿Cómo podría hacerlo?

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5,7)
Cracovia, Polonia, 2016

En este camino de preparación a Cracovia, interioriza y vivifica una de las bienaventuranzas, que son propuestas de actitudes interiores en nuestra vida. ¿a qué crees que te ha llamado el Señor en esta Jornada Mundial? ¿Cómo crees que debes vivirla en torno a su palabra?

Fuente: Luisa Fernanda Ramírez Cuervo (Comité Organizador Arquidiocesis de Bogotá)




No cabe duda de que no hay mejor manera de fortalecer la fe que participar de una Jornada Mundial de la Juventud. Allí, se pueden compartir alegrías e inquietudes de la vida en comunión con otros jóvenes y, también, compartir experiencias con católicos de todo el mundo. 
 
El hermano Claudio Oliveira Grandini, de São João do Ivaí en Brasil, ha tenido la oportunidad de participar en tres ediciones de la Jornada Mundial de la Juventud. "La primera fue la de Sidney, la siguiente en Madrid y finalmente la que me llenó de tanta alegría y satisfacción: la de Rio de Janeiro. Sin embargo, mi primera JMJ tuvo un carácter particular, fue extraordinaria porque se había hecho realidad mi sueño, y se hizo realidad gracias a la oración, a mi esfuerzo y a la ayuda de mis amigos. Todas las JMJ fueron una experiencia especial. Cada encuentro tuvo su colorido representando cada uno un aspecto de la Iglesia local, siendo siempre una gran experiencia de fe", dice.

Claudio, es un ejemplo de que las Jornadas Mundiales de la Juventud fortalecen la fe de los que participan en ella. "Mi motivación por participar de las JMJs ha sido reflejada muy bien por las palabras que un ex cardenal de Madrid dirigió al papa Benedicto XVI durante la bienvenida en Madrid: "Padre Santo, aquí, en el centro de Madrid, se encuentra hoy todo cristianismo reunido en un solo lugar, alrededor del Sucesor de San Pedro." Participar de una JMJ es ver la Iglesia joven de todo el mundo, la Iglesia de diversas caras, culturas, banderas, canciones, colores. Todo eso junto forma un el gran mosaico que adorna la Iglesia de Cristo. Eso es una experiencia de cielo, de paraíso, pero sobre todo una experiencia de fe.

Como futuro sacerdote, Claudio, subraya decididamente que las Jornadas Mundiales de la Juventud son sobre todo una experiencia de fe. "Quien se prepara para una JMJ y no tiene la mente y el corazón convencidos de que no se trata de un paseo turístico, sino que de una peregrinación, puede perder toda la dimensión espiritual del encuentro con Cristo y Su Iglesia. Tres veces me di cuenta que, sin una buena preparación espiritual, vivir una Jornada Mundial de la Juventud puede ser una catástrofe para todo el grupo. Por eso, aquellos que se preparan para ir a Cracovia, sobre todo los coordinadores de grupos, deben tener un compromiso claro con este encuentro. Tienen que generar en los jóvenes un deseo de vivir la JMJ espiritualmente y afrontar los encuentros y paseos incluidos solo como un algo accesorio."
Fijando la mirada en esta la cuarta JMJ de su vida, el hermano piensa en ella como si se tratara de la primera y la última. En este momento, Claudio, coordina un grupo de unos 15 peregrinos de la parroquia San Juan el Bautista en São João do Ivaí de la diócesis Apucarana. "Las  preparaciones son dirigidas con la ayuda de toda la comunidad parroquial. Cada dos semanas los jóvenes, después de la Eucaristía dominical, venden dulces donados por los parroquianos, juegos hechos por ellos mismos y billetes de lotería, así recolectan el dinero. Pero nos importa también la preparación espiritual. Nuestro camino a Cracovia ya empezó, queremos vivir esta estupenda experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud. Cada uno de nosotros está lleno de fe, valentía y perseverancia. En cuanto a las demás cosas la Providencia Divina nos cuidará", resume.

Fuente: web oficial JMJ2016

Los ataques terroristas en París despertaron muchas preguntas sobre la seguridad en el mundo, también sobre la seguridad en la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar el próximo año en Polonia.

La Jornada Mundial de la Juventud es un evento de carácter religioso a nivel mundial. En un solo sitio se encontrarán personas de muchos países de todos los continentes, para todos: voluntarios, pelegrinos, personas comprometidas a la organización de la JMJ el cuidado por la seguridad es un asunto de primera categoría.

- Los incidentes de París nos muestran que la paz y la seguridad de Europa están en peligro. “Tenemos la esperanza que estos asuntos se resolverán, que no habrá ningún peligro”. – dice el metropolitano de Cracovia, cardenal Stanislaw Dziwisz, respondiendo a las preguntas de los periodistas.

- Europa junto con Estados Unidos tienen suficientes fuerzas para que Polonia, se sienta segura para organizar la JMJ, pero también para organizar la Copa Mundial en París en el espíritu de la paz que Europa merece.- añade cardenal Dziwisz.

El comite Organizador está en continua cooperación con los servicios responsables por la seguridad a nivel nacional e internacional. El Padre Grzegorz Suchodolski – Secretario General del Comite Organizador de la JMJ, asegura que en la situación actual tenemos que comportarnos como ciudadanos maduros y buenos cristianos – solidalizarnos con todas las víctimas del terrorismo en el mundo.

Como creyentes, aseguramos que les tendremos en nuestras oraciones.

En las redes sociales de la JMJ dirigimos una acción de oración. Voluntarios y participantes están rezando por la paz en el mundo entero bajo el eslogan “pray for peace”.



Para estimar la asistencia de jóvenes que van a ir con la Deleju a Cracovia, hemos habilitado el correo deleju.jmj@archimadrid.es donde podéis hacer una preinscripción y os indicaremos la manera de hacer la inscripción definitiva. Tenéis que enviarnos un correo con el asunto 'jmj2016' indicando el nombre, la institución a la que perteneces (parroquia, movimiento, etc.),  si vas a ser responsable del grupo, cuantos vais y lo que nos queráis contar de dudas, sugerencias, etc.

“Bienaventurados los misericordiosos

Dios, Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo,
y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador,
te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre”.

Te encomendamos en modo particular los jóvenes de toda lengua, pueblo y nación.
Guíales y protéjeles en los complejos caminos de hoy y dales la gracia de poder cosechar abundantes frutos
de la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.

Padre celestial, haznos testigos de tu misericordia.
Enseñanos a llevar la fe a los que dudan, la esperanza a los desanimados,
el amor a los indiferentes, el perdón a quien ha obrado el mal y la alegría a los infelices.

Haz que la chispa del amor misericordioso, que has encendido dentro de nosotros
se convierta en un fuego que transforma los corazones y renueva la faz de la tierra.

María, Madre de Misericordia, ruega por nosotros.
San Juan Pablo II, ruega por nosotros.
Santa Sor Faustina, ruega por nosotros

ESPIRITUALIDAD

Con motivo del 50 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, el Papa Francisco ha querido convocar un jubileo extraordinario dedicado a la misericordia. Este Año de la Misericordia al que el Papa nos convoca a todos no deja fuera a los jóvenes. La misericordia es la respuesta que la Iglesia tiene frente a la cultura del descarte, una cultura que los jóvenes experimentan cada día en sus propias carnes, y frente a la cual reaccionan sin éxito. El Papa nos ha invitado a muchas iniciativas concretas, y para los jóvenes propone la Jornada Mundial de la Juventud. Este año de la misericordia quiere llenar la JMJ de respuestas para el corazón inquieto de nuestros jóvenes. “Bienaventurados los misericordiosos”, lema que hace de hilo para las Jornadas, pretende mostrar el camino seguro a nuestros jóvenes para que puedan combatir esta cultura del descarte y lograr una vida plena, bienaventurada. La JMJ es sólo la cumbre de todo un camino en el que se nos invita a convertirnos a la misericordia, y que queremos recorrer en comunión con todos los jóvenes de la diócesis.

La JMJ implica toda la espiritualidad que tuvo desde el principio peregrinar con la Cruz de Cristo por el mundo y llevar el testimonio de la fe hasta los confines de la tierra. Así lo quiso S. Juan Pablo II desde que les entregó a los Jóvenes la Cruz que tantos de nosotros hemos podido ver, cargar o besar:

‘‘Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”
Santo Padre Juan Pablo II a los jóvenes el 22 de abril de 1984

La JMJ implica un espíritu de peregrinación con nuestros Obispos al encuentro con el Señor, no con el Papa, aunque tenga mucha importancia su presencia. Son una celebración de la belleza de la comunión y una renovación de todos los jóvenes juntos de su compromiso de seguir unidos a la Cruz y en peregrinación por el mundo para llevar a todos la vida que de ella nace.

PREPARACIÓN PASTORAL


En cada Vicaría y en cada arciprestazgo es muy oportuno ir iniciando este camino con momentos de encuentro, oración o celebración. Desde la Delegación hemos preparado tres temas según el formato del Plan Diocesano de Evangelización (PDE): “Venid y lo veréis” (París’97), “Hemos venido a adorarle” (Colonia’05) y “Bienaventurados los misericordiosos” (Cracovia’16).

Esta preparación incluye el plan “Te ayudamos a ahorrar”, en el que la Delegación pone a disposición de todas las parroquias, colegios o movimientos juveniles una gama de productos que solicitar juntos para abaratar costes y luego poder venderlos para sacar dinero para la peregrinación final. Pero todo es peregrinación, también las opciones de ser austeros durante el año, la solidaridad de unas parroquias con otras, de unos arciprestazgos con otros, o de unas vicarías con otras. Durante estos meses, la experiencia de comunión y de la belleza de formar parte de la Iglesia se nos da por adelantado, y es responsabilidad de los que acompañamos a los jóvenes que ellos puedan hacer esta experiencia desde el principio.

ITINERARIO PROVISIONAL

El itinerario se ha diseñado en función de los grandes objetivos:
- Que sea un viaje accesible a todos los jóvenes de Madrid
- Que se puedan inscribir hasta el último momento
- Que sea el viaje más barato que se pueda hacer con jóvenes
Por estos motivos la comisión ha desestimado los presupuestos de avión, pues salen más caros (para grupos grandes), exigen con mucha antelación los datos personales de todos y cada uno de los peregrinos, y penalizan con multas importantes las diferencias entre el número de peregrinos presupuestado y el número final.
El itinerario comenzará el sábado 16 de julio y finalizará el 2 de agosto y, aunque aún no son definitivos todos los destinos, estamos trabajando intensamente con todos ellos para conseguir las mejores condiciones y los menores costes, así como para lograr experiencias pastorales de calado que ayuden a los jóvenes en su peregrinación de fe y en su madurez cristiana.



INICIO DE LA PREPARACIÓN

Al iniciar este curso pastoral, no podemos perder nunca de vista el horizonte al que hemos sido convocados por el Papa Francisco: peregrinar con nuestro Arzobispo hacia la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. Sin embargo, no podemos dar nada por supuesto. Han pasado muchos años desde la JMJ en Europa – sin contar la de Madrid, a la que nuestros jóvenes más que peregrinos fueron voluntarios). Quizá por este motivo, muchos de los que ahora son jóvenes no hayan podido tener la oportunidad de conocer lo que es peregrinar a una Jornada Mundial de la Juventud. 

La primera invitación no puede ser “vente de viaje”, sino que lo primero que deberíamos hacer es preparar con los jóvenes de nuestra parroquia, colegio, movimiento, comunidad, arciprestazgo… un primer encuentro de motivación para darles a conocer la espiritualidad propia de una JMJ. Para esto, podéis contar con el apoyo del coordinador de pastoral juvenil de vuestro arciprestazgo o con el coordinador de la vicaría, de tal manera que podáis preparar este primer encuentro como “equipo”.

Tenemos por objetivo, no sólo involucrar a los jóvenes que ya están en grupos, sino también a quienes se han alejado de la vida de la Iglesia, y este Jubileo de la Misericordia puede ser la ocasión de presentarles el amor de Cristo y ofrecerles un lugar en la familia de la Iglesia.

FORMAR UN EQUIPO

Formar un equipo de preparación no es una excusa para multiplicar nuestras reuniones, sino la ocasión para que se cuiden los detalles y se puedan preparar las cosas con ilusión y creatividad. Este equipo, reuniéndose con regularidad, trabajará intensamente por encontrar en el barrio o en la zona los grupos de jóvenes que ya están haciendo un camino de fe o colaborando de alguna manera con la acción pastoral de la Iglesia. A todos se les puede invitar a sumarse, no sólo a la peregrinación a Cracovia, sino a todo el Plan Diocesano de Evangelización (2015-2018), no como una oferta puramente unidireccional (nosotros “emitimos”, vosotros “recibís”) sino como una verdadera ocasión para compartir sus esperanzas y sus trabajos.

UNIDOS EN ORACIÓN

La oración común es el fundamento de todo. Durante estos meses, será la oración la que nos irá uniendo entre nosotros y haciéndonos experimentar la infinita misericordia de Dios, de la que estamos llamados a ser testigos en nuestro mundo.

Podéis preparar Vigilias en cada zona, o en la Vicaría, así como peticiones para hacer en las Horas Santas de las parroquias, o grupos de Whatsapp o páginas de Facebook en las que compartir intenciones.

También podéis utilizar las oraciones preparadas especialmente para este año: la oración del Año de la Misericordia, la oración de la JMJ o la oración que hizo Juan Pablo II cuando consagró el Santuario de la Divina Misericordia.

CUIDANDO LA COMUNIÓN

Es importante el contacto frecuente con el coordinador de la Vicaría y, por tanto, con el equipo coordinador de la Deleju. Compartiremos mucho y, no sólo durante los días en autobús. Esta peregrinación es de todos, incluso aunque no todos puedan físicamente realizarla. Como decía el Papa Francisco, en sí misma la “misericordia es una meta por alcanzar y requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión” (Misericordiae Vultus 14). Todos recorreremos juntos esta peregrinación durante este año, y durante los próximos dos cursos, viviendo el PDE.

Las Vigilias “Adoremos” de los primeros viernes de mes en la Catedral pueden ir jalonando esta peregrinación, así como otras iniciativas que se propongan a todos los niveles. En todo caso, sabemos que no peregrinamos solos, que es una peregrinación que toda la diócesis, con su Obispo al frente, está haciendo. Y esto nos debe animar. Sobre todo será precioso insistir en ello durante la Cuaresma, que estará cargada de significado en un curso como este.

PREPARANDO A LA GENTE

Conviene que cada domingo y en cada reunión de los grupos, se mencione la importancia de vivir de una u otra manera este jubileo y esta gracia de la experiencia del amor incondicional de Dios.

Todas las posibles visitas a los vecinos de las parroquias pueden ser determinantes para abrir muchas puertas a Cristo. Es una ocasión providencial para invitar, darse a conocer, interesarse, pero no como estrategia sino como parte esencial de nuestra vocación. Es el momento de construir puentes para incorporar a los que no saben cómo hacerlo, para reinventar la capacidad de los jóvenes para acoger a quienes se acercan por primera vez a la fe, y de fortalecer los lazos con tantas personas de buena voluntad que están practicando las obras de misericordia en Madrid y están contribuyendo al crecimiento del Reino de Dios.

En los colegios las iniciativas pueden abarcar todas las obras de misericordia, y pueden generar dinamismos misioneros de gran calado en los alumnos, profesores y demás miembros de la comunidad educativa. Colegios, institutos, universidades, centros de enseñanza y de formación en general, no son sólo lugares de vivencias intelectuales sino verdaderos cruces de caminos para los peregrinos que Dios quiere que den testimonio de su misericordia. Especialmente los jóvenes tienen mucho que protagonizar en estos meses. Los grupos que se formen para trabajar el PDE pueden servir para trabajar las catequesis que se proponen desde la Deleju, para innovar otras, para vivir vigilias y momentos de oración que comprometan a todos a una acción evangelizadora comprometida con los más necesitados en su cuerpo o en su alma. Y también los lazos de colaboración y de fraternidad entre familias, colegios y parroquias pueden dar un fruto vigoroso y duradero en este curso y los siguientes.

OCASIÓN

Esta obra de Dios la lleva Él adelante. La tarea de los equipos organizadores será especialmente estar atentos a las ocasiones en las que prevean que se pueden hacer presentes para irradiar esta misericordia presente en los corazones de los jóvenes. Las redes sociales, los acontecimientos importantes de distritos o barrios, revistas, emisoras o periódicos del distrito, asociaciones, eventos, días de puertas abiertas, encuentros en lugares públicos o en sitios web. Cualquier lugar es bueno para propiciar un diálogo, poner un cartel o hacer un anuncio de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia. Y esto puede poner en marcha a las personas hacia Cristo, hacia su Iglesia, hacia una verdadera conversión.
La creatividad y la búsqueda de maneras cada vez más innovadoras para transmitir información sobre el cristianismo, favorecen a la proclamación del Evangelio. En los últimos años un modo perfecto para ese tipo de divulgación ha resultado ser la página web Catholic Link sobre la cual hablamos con su  co-creador.  Mauricio Artieda visitó el Comité de Coordinación de la JMJ Cracovia 2016 con unos amigos del movimiento Christian Life Movement.

Redacción: Primero, ¿podría contarnos cuáles fueron los principios de Catholic Link?

Mauricio Artieda (Catholic Link): Catholic Link es un proyecto international online que nació dentro del movimiento cristiano Christian Life Movement donde participan varias personas y grupos. Es una página que dispone de medios usados en el marco de la nueva evangelización. Al principio creé un mini blog porque hacía vídeos para uso propio de la comunidad. Luego cada vez más personas empezaron a visitar esta página, incluso personas fuera de nuestro movimiento. Actualmente es una de las quince páginas web de lengua española más grandes y su popularidad crece también en la versión inglesa.

¿La página tiene carácter de una cadena multimedia?

No, es una página web donde publicamos y subimos todo tipo de herramientas que sirven a la evangelización: películas, publicidad, vídeos sobre temas religiosos, pinturas y  grabaciones que siempre están acompañadas de un comentario. Aparte de eso, ahora hemos empezado a coordinar proyectos de evangelización y creamos también nuestro propio material de este tipo – es un proyecto muy grande.  Dentro de vuestras actividades, hace poco tiempo se realizó la película animada Pope Francis minute. Cuéntanos sobre su éxito.

Cuando el Santo Padre Francisco fue elegido Papa, casi nadie lo conocía. Por eso preparamos la película que se estrenó en veintiún idiomas. Hasta los obispos de Corea nos enviaron una carta de agradecimiento admitiendo que gracias a nuestro material muchas personas – incluso en su país – conocieron a la figura del Papa. La película se estrenó también en cadenas de televisión como Al Jazeera o CNN y en otros medios así que su efecto viral fue enorme.

Habéis propuesto cooperar con la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia y nosotros estamos muy contentos al respecto. ¿En qué consistirá?

Me parece que sería una buena idea hacer animaciones que podrían transmitirles a los peregrinos información importante e interesante y también hablar por ejemplo de: la historia de Cracovia, el Santo Padre, la canonización de Juan Pablo II. Para la canonización preparamos un vídeo que fue muy popular. Lo publicamos también en nuestra página web en lengua polaca.

¿Cuantas personas hay en tu equipo? ¿Es que los diseñadores gráficos son de vuestra comunidad, son personas comprometidas en la vida de la Iglesia como tú?

Primero a nuestro equipo se unieron dos hermanos de nuestra comunidad y con el tiempo muchas personas fuera de ella empezaron a contactarme – también por Facebook – para expresarme su voluntad de participar. Les pedí su CV y así nuestro equipo cuenta actualmente con cuarenta y cinco miembros que trabajan desde Filipinas hasta Brasil. Setenta por ciento de nosotros aún no se ha encontrado en persona. Sin embargo, han nacido varias amistades y todas las personas comprometidas son creyentes – desde miembros de Opus Dei, por los Legionarios de Cristo, hasta movimientos cristianos menos conocidos.


El Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, Cardenal Stanislaw Rylko, afirmó que la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia 2016 (JMJ), “será un verdadero Jubileo de los jóvenes a nivel mundial”, y reveló en un mensaje algunos detalles del programa de este evento, el segundo que se realiza en Polonia después de la JMJ de 1991 que se llevó a cabo en Cz?stochowa.

Según Radio Vaticana, el Purpurado señaló que en el país natal de San Juan Pablo II “los jóvenes serán llamados a reflexionar sobre el tema de la ‘misericordia como ideal de vida y criterio de credibilidad para nuestra fe”. Y añade que desde esta ciudad polaca “deberá difundirse al resto del mundo este mensaje lleno de esperanza, el del amor misericordioso de Dios por todos los hombres de la tierra”.

En ese sentido, dijo que el centro espiritual de este Jubileo de los jóvenes “será el Santuario de la Divina Misericordia – junto a Santa Faustina Kowalska – que el Papa San Juan Pablo II inauguró en el año 2002”. Como se sabe, Cracovia 2016 se realizará en el marco del Año Santo de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco.

El Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos explicó que en este Santuario “se organizará también un gran Centro de la misericordia con numerosos confesionarios donde los jóvenes tendrán la posibilidad de acercarse al Sacramento de la Reconciliación en diversas lenguas”. Y, por otra parte, en la JMJ de Cracovia, en el lugar de la gran reunión conclusiva de los jóvenes de todo el mundo, denominado Campus Misericordiae, “se montará una simbólica Puerta Santa, como signo visible del carácter jubilar de este evento”.

En este lugar el Papa Francisco, acompañado por algunos jóvenes, atravesará esta puerta al inicio de la Vigilia de oración del sábado 30 de julio del próximo año 2016, que concluirá con la Adoración Eucarística.

Por último, el domingo 31 de julio, después de la Eucaristía, el Santo Padre entregará a cinco parejas de jóvenes de los cinco continentes, otras tantas lámparas encendidas, símbolo del fuego de la misericordia que ha traído Cristo, y enviará a los jóvenes a todo el mundo como testigos y misioneros de la Divina Misericordia.
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