¿Cómo la JMJ puede fortalecer mi fe?



No cabe duda de que no hay mejor manera de fortalecer la fe que participar de una Jornada Mundial de la Juventud. Allí, se pueden compartir alegrías e inquietudes de la vida en comunión con otros jóvenes y, también, compartir experiencias con católicos de todo el mundo. 
 
El hermano Claudio Oliveira Grandini, de São João do Ivaí en Brasil, ha tenido la oportunidad de participar en tres ediciones de la Jornada Mundial de la Juventud. "La primera fue la de Sidney, la siguiente en Madrid y finalmente la que me llenó de tanta alegría y satisfacción: la de Rio de Janeiro. Sin embargo, mi primera JMJ tuvo un carácter particular, fue extraordinaria porque se había hecho realidad mi sueño, y se hizo realidad gracias a la oración, a mi esfuerzo y a la ayuda de mis amigos. Todas las JMJ fueron una experiencia especial. Cada encuentro tuvo su colorido representando cada uno un aspecto de la Iglesia local, siendo siempre una gran experiencia de fe", dice.

Claudio, es un ejemplo de que las Jornadas Mundiales de la Juventud fortalecen la fe de los que participan en ella. "Mi motivación por participar de las JMJs ha sido reflejada muy bien por las palabras que un ex cardenal de Madrid dirigió al papa Benedicto XVI durante la bienvenida en Madrid: "Padre Santo, aquí, en el centro de Madrid, se encuentra hoy todo cristianismo reunido en un solo lugar, alrededor del Sucesor de San Pedro." Participar de una JMJ es ver la Iglesia joven de todo el mundo, la Iglesia de diversas caras, culturas, banderas, canciones, colores. Todo eso junto forma un el gran mosaico que adorna la Iglesia de Cristo. Eso es una experiencia de cielo, de paraíso, pero sobre todo una experiencia de fe.

Como futuro sacerdote, Claudio, subraya decididamente que las Jornadas Mundiales de la Juventud son sobre todo una experiencia de fe. "Quien se prepara para una JMJ y no tiene la mente y el corazón convencidos de que no se trata de un paseo turístico, sino que de una peregrinación, puede perder toda la dimensión espiritual del encuentro con Cristo y Su Iglesia. Tres veces me di cuenta que, sin una buena preparación espiritual, vivir una Jornada Mundial de la Juventud puede ser una catástrofe para todo el grupo. Por eso, aquellos que se preparan para ir a Cracovia, sobre todo los coordinadores de grupos, deben tener un compromiso claro con este encuentro. Tienen que generar en los jóvenes un deseo de vivir la JMJ espiritualmente y afrontar los encuentros y paseos incluidos solo como un algo accesorio."
Fijando la mirada en esta la cuarta JMJ de su vida, el hermano piensa en ella como si se tratara de la primera y la última. En este momento, Claudio, coordina un grupo de unos 15 peregrinos de la parroquia San Juan el Bautista en São João do Ivaí de la diócesis Apucarana. "Las  preparaciones son dirigidas con la ayuda de toda la comunidad parroquial. Cada dos semanas los jóvenes, después de la Eucaristía dominical, venden dulces donados por los parroquianos, juegos hechos por ellos mismos y billetes de lotería, así recolectan el dinero. Pero nos importa también la preparación espiritual. Nuestro camino a Cracovia ya empezó, queremos vivir esta estupenda experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud. Cada uno de nosotros está lleno de fe, valentía y perseverancia. En cuanto a las demás cosas la Providencia Divina nos cuidará", resume.

Fuente: web oficial JMJ2016

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